Uno de los instrumentos , más conocidos y reconocidos como acompañamiento en el folklore popular y tradicional son , no cabe duda , las castañuelas en la Península Ibérica, pues sea quien sea al que preguntemos, probablemente las conozca e incluso sepa describírnoslas con mayor o menor precisión. Todo ello sin matizar mucho en los tamaños y las diferentes formas que existen en nuestro país .
Podemos considerar que las Tajoletas o Tarañolas como un antepasado de las castañuelas ( menos evolucionado y más arcaico, del cual tenemos datos en el antiguo Egipto ). Los palillos o tejoletas, consistentes en dos láminas de madera (los primeros), barro, teja o incluso dos piedras que colocadas entre los dedos y mediante un movimiento de muñeca se hacen repicar y que con habilidad y práctica (mucha practica) se pueden obtener diferentes ritmos de acompañamientos. ( Esta técnica sirve también para tocar cucharas o cualquier otro par de objetos alargados y planos).
Existen diferentes modelos de tejoletas y palillos El término tejoleta se suele reservar para los instrumentos de barro o ‘teja’ y a veces se fabricaban de restos de piezas rotas de aquel material, platos o cántaros, mientras que palillos se llama al mismo instrumento
La forma de coger las tejoletas respecto a las castañuelas, es diferente
, pues la Tejoleta no lleva cordón y por tanto,
hay que sujetarla entre los dedos , mientras que la
castañuelas se
introducen el cordón en los dedos y a tocar , ( mejor o peor, pero tocar). No
podemos dejar de mencionar la impresionante cantidad de formas, tamaños , modelos,
calidades , materiales, etc que existen
en nuestra cultura tradicional, a veces dependiendo de las zonas , un modelo o
formas y en otras coexistiendo con
varios tipos o materiales, y formas de castañuelas
(Postizas, castañetes)
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